El frisón es una raza de caballo procedente de la región de Frisia de los Países Bajos.
Nomenclatura: equus ferus caballus
Morfología: Caballo domestico
Peso: 600 a 900 kg
Pelaje: siempre de color negro
Cabeza: Noble y expresiva
Cola: Larga
Crin: Larga
Patas: Peludas y
amplias
Diciplinas: El
caballo frisón se puede ver con frecuencia en exhibiciones ecuestres, entre los
calares de una calesa frisona se distingue la tradición y una magnífica
reputación como caballo de aprendizaje en las escuelas superiores de equitación. El caballo frisón cautiva nuestra mirada durante el trote a
causa de su alto juego de la rodilla y de la cabeza. Se suele usar en
competiciones de doma clásica, debido a su imponente aspecto y su movimiento,
además de su gran agilidad y facilidades de aprendizaje en bailes que le puedan
enseñar.
Historia: En el norte de los Países Bajos y Alemania se
encuentra Frisia, una de
las provincias con una gran superficie de agua debido a sus múltiples lagos.
Posiblemente es una de las regiones más bonitas de este país y seguramente en
donde el carácter más aflora. Un hombre frisón se caracteriza por la sobriedad
y por estar acostumbrado a sobrevivir bajo circunstancias difíciles.
La historia de Frisia quedó marcada por dos situaciones
adversas: el agua del mar y los condes de Holanda, que quisieron en repetidas ocasiones sumar
las tierras frisonas a sus posesiones, sin éxito alguno, ya que sus habitantes
jamás han estado dispuestos a doblegarse y rendirse.
Los habitantes de Frisia eran hombres fuertes, rubios, de ojos
azules, pueblo de navegantes, piratas y saqueadores además de comerciantes,
granjeros y ganaderos dedicados a la crianza de razas autóctonas de perros (el
Stabij y el Wetterhoun), de ovejas, del famoso ganado vacuno de capa blanca y
negra, y de sus caballos.
La historia de la ganadería del caballo frisón es apasionante y
únicamente se entiende conociendo el fuerte carácter propio de los habitantes
de Frisia, que permanecieron fieles a su raza de caballos durante los tiempos
muy difíciles, mientras que otras razas autóctonas, en varias de las demás
provincias, se perdieron a causa de la cruza impulsiva y desordenada, incluso
con ejemplares ajenos a su sangres. Es así como esta antigua raza caballar
frisona es la única de origen neerlandés, autóctona y que aun sobrevive.
Hacia el año 150 después de Cristo, ya se conocía al caballo
frisón, siendo muy codiciado para las guerras. Los historiadores romanos
mencionan la aparición de tropas frisonas. Así mismo, en el siglo IV, se citan
las apariciones de legiones de hombres y caballos frisones. Guillermo el
Conquistador utilizó en la batalla de Hastings en 1066 caballos que se parecían
enormemente a los sementales frisones.
que buen blog
ResponderEliminardeberian poner de mas caballos