miércoles, 6 de febrero de 2019

FRISÓN


El frisón es una raza de caballo procedente de la región de Frisia de los Países Bajos.
Nomenclatura: equus ferus caballus
Morfología: Caballo domestico
Peso: 600 a 900 kg                                                                      
Pelaje: siempre de color negro
Cabeza: Noble y expresiva
Cola: Larga
Crin: Larga
Patas: Peludas y amplias
Diciplinas: El caballo frisón se puede ver con frecuencia en exhibiciones ecuestres, entre los calares de una calesa frisona se distingue la tradición y una magnífica reputación como caballo de aprendizaje en las escuelas superiores de equitación. El caballo frisón cautiva nuestra mirada durante el trote a causa de su alto juego de la rodilla y de la cabeza. Se suele usar en competiciones de doma clásica, debido a su imponente aspecto y su movimiento, además de su gran agilidad y facilidades de aprendizaje en bailes que le puedan enseñar.
Historia: En el norte de los Países Bajos y Alemania se encuentra Frisia, una de las provincias con una gran superficie de agua debido a sus múltiples lagos. Posiblemente es una de las regiones más bonitas de este país y seguramente en donde el carácter más aflora. Un hombre frisón se caracteriza por la sobriedad y por estar acostumbrado a sobrevivir bajo circunstancias difíciles.
La historia de Frisia quedó marcada por dos situaciones adversas: el agua del mar y los condes de Holanda, que quisieron en repetidas ocasiones sumar las tierras frisonas a sus posesiones, sin éxito alguno, ya que sus habitantes jamás han estado dispuestos a doblegarse y rendirse.
Los habitantes de Frisia eran hombres fuertes, rubios, de ojos azules, pueblo de navegantes, piratas y saqueadores además de comerciantes, granjeros y ganaderos dedicados a la crianza de razas autóctonas de perros (el Stabij y el Wetterhoun), de ovejas, del famoso ganado vacuno de capa blanca y negra, y de sus caballos.
La historia de la ganadería del caballo frisón es apasionante y únicamente se entiende conociendo el fuerte carácter propio de los habitantes de Frisia, que permanecieron fieles a su raza de caballos durante los tiempos muy difíciles, mientras que otras razas autóctonas, en varias de las demás provincias, se perdieron a causa de la cruza impulsiva y desordenada, incluso con ejemplares ajenos a su sangres. Es así como esta antigua raza caballar frisona es la única de origen neerlandés, autóctona y que aun sobrevive.
Hacia el año 150 después de Cristo, ya se conocía al caballo frisón, siendo muy codiciado para las guerras. Los historiadores romanos mencionan la aparición de tropas frisonas. Así mismo, en el siglo IV, se citan las apariciones de legiones de hombres y caballos frisones. Guillermo el Conquistador utilizó en la batalla de Hastings en 1066 caballos que se parecían enormemente a los sementales frisones.








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